El 5 de junio celebramos el Día Mundial del Medio Ambiente. La Organización de las Naciones Unidas designó este día específico para hacer un enérgico llamado de atención a todos los países acerca de la problemática ecológica y sus posibles soluciones. El motivo es evidente ante el dramático cambio de la cara de la tierra. Si escuchamos a los ancianos, o a personas de edad madura de cualquier zona rural, seguramente nos contarán que años atrás podían mirar extensiones verdes que parecían no acabar nunca, asimismo animales silvestres que aparecían normalmente durante una caminata por el bosque, y ríos limpios de los que se podía beber agua sin temor a enfermarse. Todo lo anterior ha cambiado, y hay alteraciones aún más graves que suceden a nivel mundial con un aumento acelerado. Tal es el caso del calentamiento global, de la creciente contaminación, de la escasez del agua y del debilitamiento de la capa de ozono, entre otras problemáticas urgentes.
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