La vida en la Estación Espacial Internacional es como la vida en la Tierra a excepción de una cosa, la ingravidez. En la ingravidez o la 0g (cero gravedad) los tripulantes flotan libremente, por lo que hacer nada es un reto. Además, debido a 0g todo debe ser atado desde abajo. Incluso cuando ellos duermen, deben estar atados o se iran a flotar lejos.
Dado que los astronautas que realizan la mayor parte de la construcción en la Estación Espacial Internacional en el exterior, existe un gran peligro en sufrir de un golpe micrometeoroide mientras que el astronauta esta enfocado y trabajando fuera de la estación espacial. El daño de la mayoría de los micrometeoroides hacia los astronautas es sólo del tamaño de un grano de arena, de manera que no causa mucho daño. Sin embargo, si fuera un gran micrometeoroide, podría pasar derecho a través de él. Es por eso que un robot ha sido desarrollado para trabajar en el exterior de la estación de pilotos, mientras que el astronauta de forma segura lo controla desde el interior de la estación.
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