El 3 de noviembre de 2005 los periódicos anunciaron que un grupo de arqueólogos polacos habían encontrado un cráneo en una de las tumbas de la catedral de la ciudad polaca de Frombork, donde se cree que Copérnico fue enterrado en 1543. Los expertos forenses de la policía de Varsovia concluyeron que se trata del cráneo de un hombre de unos 70 años, la edad a la que murió Copérnico. Luego los expertos emplearon técnicas de reconstrucción de caras a partir de huesos para producir el retrato que ves aquí.
Aunque algunos rasgos del retrato son inevitablemente especulativos (por ejemplo, el pelo: no hay retratos pintados de Copérnico a esa edad y no sabemos qué estilo de corte le gustaba a don Nicolás; y desde luego la ropa), otros son más seguros, como la nariz rota y la cicatriz que se ve sobre la ceja derecha. Esta cicatriz aparece en algunos retratos de la época de Copérnico y coincide con una marca que los arqueólogos encontraron en la ceja derecha del cráneo.
Quizá los allegados de Copérnico lo reconocerían fácilmente en este retrato. Un rostro que desapareció hace casi 500 años ha vuelto a ver la luz. Es como haber viajado en máquina del tiempo.
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Nicolás Copérnico en Wikipedia
Nicolás Copérnico y la teoría heliocéntrica
